martes, 22 de agosto de 2017

VIVIR EN TOKIO


vivir en tokio 1 mes


Vivimos un mes en Tokyo. Si, es verdad, no es demasiado tiempo pero para el ritmo de vida que llevamos hace más de 8 meses les puedo decir que fue un montón! Recorrimos casi todos sus barrios, caminamos muchas de sus calles y visitamos los puntos turísticos más importantes. También descansamos y nos echamos a disfrutar un poco del confort de tener una casa con todo lo que trae dentro. Una parada técnica para recargarnos y seguir viaje, lo que queda de él, al menos por este año.

Tokyo es inmensamente grande, nunca dejas de caminarla y podes pasarte horas y horas sin repetir calles, ni caras, ni vidrieras. El único límite serán tus piernas, que a las 6 horas de caminata piden a gritos un descanso con cama incluida, así que toca volver a casa. Pero si sólo fuese por la mente creo que uno podría pasarse días enteros caminando sin dejar de sorprenderse. Como GRAN ciudad cumple muy bien su tarea. Parques, largas calles comerciales, miles de carteles de neón, altas torres con sus respectivos miradores, entretenimiento del que se te ocurra, gente, y más gente.

EL BARRIO 

Nuestra casa estaba un poco alejada del centro. Para llegar a zonas como SHIBUYA (donde está el cruce de calles más transitado del mundo) tardábamos unos 45 minutos en tren. Mientras que para ir hasta zonas com Akihabara (un barrio muy famoso por ser la sede de todo lo relacionado al animé y al manga), media hora. Nuestra barrio, Adachi, es considerado por los japoneses como una zona "peligrosa", pero basta decir que estamos en Japón y lo peligroso a lo sumo será una bombita de luz quemada y una calle un poco oscura: Guarda con el cordón! Te podés caer.. y claro eso lo vuelve peligroso :/ Para nosotros fue perfecto. Una zona muy silenciosa, con supermercados baratos para abastecernos de comida, y en una casa donde vivían casi todos asiáticos por lo que el ruido y la suciedad nunca fueron un tema. Son muy ordenados y respetuosos. Estuvimos todo el mes en una casa compartida, donde tu privacidad está en la habitación, mientras que los baños, ducha y cocina son compartidos. Resultado: la mejor experiencia.



Nuestra casa en el barrio Adachi de Tokio


LOS TOKIOTAS

En Tokyo podes sentir de cerca al japonés. Mientras que en otras ciudades de Japón el foco está más puesto en la atracción turística: en las geishas de Kyoto, en el Museo de la Bomba de Hiroshima, o en el cangrejo gigante de Osaka. En Tokyo la gran atracción son los tokiotas. Una especie bastante particular. Por su condición de 100% citadinos, por sus hábitos de trabajar más de lo que el cuerpo pueda soportar, descansando muy poco. Personalmente creo que no hay nada más atractivo que ellos! La ciudad es preciosa y muy interesante de recorrer pero sin su gente todo perdería su gracia.










LOS TRENES DE TOKIO

Los trenes en Tokyo son únicos. La cantidad de vías que se cruzan y se entrecruzan se vuelven incontables cuanto más en el centro de la ciudad te encuentres. Podes ir andando en uno y ver hacia cada lado de la ventana como se entrecruzan los otros, y con un poco de suerte ver pasar un shinkansen (tren bala), pero si pestañeaste te lo perdiste! Y cada viaje es una aventura, sólo con observar a los habitantes de la capital japonesa. Al subir lo primero que te llama la atención es que ellos siempre se van a sentar intercalados. La mayoría de los vagones cuentan con un único asiendo que atraviesa el tren. Ellos se sentarán siempre dejando un asiento libre a cada costado. Si hay algo que intentan evitar es el contacto directo con otra persona. A diferencia de nosotros que repartimos besos hasta al que te vende la carne, aca ni siquiera se dan la mano. Evitan el contacto físico por todos los medios. Claro que si no queda otra se sientan pegaditos, y en las horas pico viajan amontonados también, pero si tienen la oportunidad de evitarlo no la van a dejar pasar.




El tren cierra sus puertas y aumenta rápidamente la velocidad, solo por 2 minutos, que es el tiempo que existe entre una estación y otra. Mientras tanto adentro del vagón reina el silencio. Pocos son los que se atreven a hacer una llamada express: HAI HAI HAI y cortan (eso sería: SI, SI, SI). Otros tantos irán leyendo una historieta o manga para ser precisa y todos los que vayan despiertos irán mirando su celular. No importa que otra actividad hagan, el celular esta primero. Y la otra parte, que por lo general son la mayoría, duermen. Es muy curioso el tema de dormir en el transporte público. Son muchos los que se duermen en el viaje. Casi todos con ropa de oficina, por lo que se entiende que vienen cansados de trabajar. Y si, trabajan muchas horas y se duermen en todos lados. Pero esto no está mal visto, sino todo lo contrario. Para los japoneses dormirse en el tren, en un café o hasta en el escritorio de su oficina está bien visto. Se considera que esa persona entregó todo por su trabajo hasta que se quedó dormida. Pero no está profundamente dormida, sino que solo está "mentalmente alejada pero en estado de alerta", muy loco.. algo así como que solo está descansando los párpados pero enseguida vuelve al ruedo.


EL MENÚ

La comida es otro tema a descubrir en Tokyo. Con mayoría de locales de ramen: una sopa con fideos y con los agregados que quieras entre cerdo, verduras, pescado. Tiene un sabor exquisito en cualquiera de sus variedades y los japoneses la toman a diario. Es en pequeños locales donde se sirve ramen y los oficinistas se acercan y se toman su ramen de pie haciendo un ruido sorprendente para lograr que el fideo llegue a su boca. No es demasiado agradable, pero como a todo uno se termina acostumbrando. Otro plato top es el sushi. Claro que no lo viven con el glamour que le solemos poner en Argentina. Los locales de sushi tienen la curiosidad de que te atienden las máquinas. Haces el pedido a través de una pantalla en donde elegís qué pieza de sushi queres y cuántas unidades. En pocos minutos el plato se acerca por una cinta que circula al costado de tu mesa. Una luz verde te indica que ese es tu plato, lo retiras y la cinta sigue su camino. Parecida a la cinta que te trae la valija en el aeropuerto, pero acá vienen con exquisitas piezas de sushi. Y esto solo por mencionar la comida que más nos gustó a nosotros. Después hay cientos de platos callejeros. La mayoría de sus comidas son a base de arroz, con muchos agregados. Todo en platos chiquitos que cuando se sientan a la mesa mezclan un poco de cada cosa y arman el menú en su boca. Mientras que nosotros mezclamos todo en una misma fuente, acá lo tienen todo separado y van comiendo de a uno por vez.


Disfrutando del sushi japonés!

Ramen hecho en casa





Maquinas expendedoras de bebidas. El 90% de las calles de Tokio tienen una o más.



También podemos comer un choripán!


REALIDAD VIRTUAL

Pero los tokiotas también tienen formas de entretenerse y lo hacen en cada minuto libre que tienen: con los video juegos. Nose si es exactamente la palabra porque no solo son los video juegos tradicionales que conocemos en Argentina, claro está que acá no existe la ficha! Directamente pones la plata en la máquina que querés usar. Pero en Japón corren más que nada los juegos en el celular. Los tokiotas llenan sus espacios muertos superando sus propios records en el juego que este de moda. Es en los trenes donde más podes observarlos compenetrados con sus estrategias de juego y abstraídos completamente de lo que pasa a su alrededor. Mientras que en la calle te los cruzas en silencio y reunidos en una esquina en grupos de 30 o 40 personas atrapando POKEMONES. Un juego que por acá no pierde vigencia y muy por el contrario, es furor. Sumado a esto en cada calle comercial está el video juego más tradicional. En Tokyo ocupan varios pisos, estuvimos en algunos de 5 pisos, y en cada sala hay un tipo de juego diferente. Y ahí pasan también varias horas de sus días. Se los ve divertidos, un poco obsesionados pero más que nada en otro mundo como queriendo vivir más en ese mundo de video juego que en el que les espera al salir de ahí.


Jugando a ser pianista



Barrio Akihabara

Ikebukuro


Barrio Ikebukuro

Barrio Roppongi Hills
Torre de Tokio al fondo y el templo Zozoji


Asakusa y el SkyTree la torre más alta de Tokio

Barrio Asakusa

Templo Senso-Ji 

Pagoda en el templo Senso-ji
Matsuri - Festival de verano


Parque Yoyogi

Ellos están cazando pokemones

ASÍ SON

Conocerlos a fondo es algo que creo puede llevarme mucho tiempo. Somos tan diferentes que cuesta entenderlos sin disfrazar cada conclusión con mis moldes occidentales. Pero mi impresión es que son una sociedad aislada y que le temen a lo diferente y desconocido. Por su educación, por una cuestión cultural ellos viven su vida al modo japonés y prefieren no incorporar cosas raras que vengan de otros países aunque esas cosas raras los vuelvan un poco más felices (Y me salió un verso!). Pero superan esos miedos a través de la realidad virtual. Disfrutan de sentirse parte de otro mundo por un ratito, de ser sexy, de romper todas las reglas, de dispararle a todo lo que se cruzan, de ser malos y rebeldes. Pero sabiendo que salen de eso y vuelven a su vida de oficina, de orden y limpieza y de reglas que tendrán que respetar por el resto de sus días.

Pero por otro lado son un pueblo que sabe funcionar como grupo y que no concibe otra forma de moverse sino es así, unidos. En charlas con gente que vive en Tokio y que entiende un poco más sobre su cultura surgió este tema y esa diferencia con el occidental. Cuando nosotros pensamos en nosotros mismos, en alcanzar nuestros objetivos y cumplir nuestros sueños, acá piensan en crecer como país, como grupo. Así es que un japonés no te va a decir "Hola" si te cruza por la calle, pero sí te va a saludar y quizás conversar con vos si ese encuentro es en medio de una montaña en una jornada de trekking, porque ahí estamos haciendo lo mismo, ahí somos parte de un mismo equipo. Esa empatía la trasladan a cada aspecto de su vida. Por eso trabajan como lo hacen, o se vuelven tan fanáticos de un video juego, porque saca su mejor versión, la de pertenecer a un grupo.

El mundo es mucho más grande de lo que pensamos y conocer países como Japón me da la razón de eso. Aprendimos mucho de este país y agradecemos haber podido pasar tantos días acá. Deseamos volver en algún momento pero ahora es momento de seguir. Nos vamos a China por un mes así que pronto tendrán novedades nuestras!



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