Otro clásico de
un viaje por el sudeste asiático es Vietnam, nuestro paso por aquí fue de unos
20 días. Esperábamos que fuesen algunos más pero como descartamos algunos
destinos se volvió más corto. Recorrer Vietnam lleva tiempo, los trayectos
(como ya venimos acostumbrados) son largos y sobre todo LENTOS. Distancias de
900 km que nos llevaron 24 horas. Esta bien es lejos, pero 1 dia?!?! Too much.
Nuestra primera
parada fue en la capital del norte, Hanoi. El país atravesó una de las guerras
más duras hace no mucho tiempo, tan solo 40 años. Sin embargo las ciudades se
levantaron y no hay vestigios de la destrucción que implicó el fuerte
enfrentamiento entre el Norte comunista y el Sur “americano”. Los Estados
Unidos en su lucha en contra del comunismo llegaron a este país asiático para
unirse con una mitad de la población y luchar hasta la muerte con la otra. Esa
otra mitad, comunista, estuvo encabezada durante gran parte del tiempo por Ho
Chi Minh, quien fuera presidente de la República de Vietnam (la parte norte) pero por sobre todo un revolucionario
enarbolando el comunismo. Luchó en la Guerra de Vietnam pero murió 6 años antes
de que terminara, antes de poder ver que su gente había ganado y nacía la
República Socialista de Vietnam, con un país unificado bajo un mismo poder
político. Ho chi Minh es la cara de los billetes en Vietnam, Estatuas, calles,
ciudades y un Mausoleo al fiel estilo socialista en donde yace su cuerpo totalmente
vaciado pero intacto. Algo que él seguirá maldiciendo porque antes de morir
pidió que lo incineraran sin embargo quienes asumieron el gobierno quisieron
darle otro pasar. El Mausoleo se erije asi como el de Stalin en Moscú y para
entrar a verlo es obligatorio despojarse de todo elemento tecnológico y guardar
el más absoluto silencio, pasar caminando, no detenerse ni mirarlo demasiado y
retirarse, acompañado en todo momento de los fieles militares que custodian el
lugar.
Calles de Hanói |
Hanói |
De Vietnam visitamos en total 7 ciudades. En el norte Hanoi, Cat Ba desde donde navegamos para ver las montañas que nacen del agua, el famoso recorrido de Halong Bay. Pasamos por Ninh Binh a unos 80 km de Hanói donde podes recorrer en una balsa campos de arroz de un verde furioso y rodeado de montañas, la imagen es inigualable. Pasamos por el centro del país donde conocimos Hue, Danang y Hoi An, siendo esta última la más bonita de todas. Sus calles están adornadas de lamparas de colores, sus puentes iluminados, y sus hermosas playas la completan y la vuelven una excelente parada. Y luego nos movimos al sur para terminar en Ho Chi Minh City.
Monkey Island en Halong Bay |
Bahía de Halong |
Campos de arroz en Ninh Binh |
Hoi An |
Vietnam tiene la
mejor fama entre los viajeros mochileros. “Lo mejor del sudeste”. Pero aquí va
mi apreciación. Será que mi llegada a Tailandia (después de la inmensa India)
fue cuasi milagrosa que nada, hasta ahora, logra convencerme más. Vietnam no es
el país de la sonrisa eterna. Se muestran bastante reticentes a entrar en
diálogo con nosotros, siendo muy parcos por momentos. Con excepción de los
niños, ellos si saludan y saludan. Es una fiesta cuando te cruzas con nenes
“Hello! Where are you from” chocamos los 5, sonrisas y más saludos. En varias
ocasiones nos pidieron dialogar para practicar su inglés, del mismo modo
adolescentes, que con un poco más de timidez también querían saber qué hacíamos
en su país y qué nos parecía. Entendemos que en no muchos años será otro Vietnam.
Las nuevas generaciones se abren al mundo, aprenden idiomas y adoptan formas
culturales a veces muy diferentes a las propias. No así aquellos que sufrieron
en carne propia la invasión del extranjero, en varias ocasiones. Y por supuesto
que lo entendemos.
Después de praticar un poco d inglés con ellos se vino la foto! |
Aquí como en
Tailandia hay comidas que los locales repiten para el desayuno, almuerzo y
cena. Se llama Phó es una sopa con fideos, una buena cantidad de hojas (lechuga
y yerba buena) y bien condimentada, se le puede agregar pollo si pedimos PHÓ GÁ
o carne que sería PHÓ BÓ. Y ahí nos quedamos esa es la base de su comida. Y
nosotros al comer principalmente en lugares para locales nos quedamos en esas
opciones también. Claro que buscando en otros sitios están siempre las clásicas hamburguesas de pollo,
pizzas, pastas. Y por sobretodo el arroz en sus múltiples presentaciones, la
estrella indiscutible de la gastronomía asiática. Pero el turismo internacional
que reciben demanda variedad de comidas y ellos, por suerte, se adaptan, casi
siempre, con éxito.
Plato vietnamita |
El trayecto de norte a sur fue siempre en bus. Los tickets para los trenes se agotan rápido y los vuelos, demasiado caros cuando se quiere sacar pasajes de un día para el otro. Son buses cama, con internet, y bastante cómodos, aunque para viajes de 24 horas no hay comodidad que valga. Nos tocó un viaje así para llegar a la ciudad capital en el sur del país, la ex Saigón hoy llamada Ho Chi Minh City. En total fueron casi 1000 kilómetros, en el medio un cambio de bus y espera de tres horas entre uno y otro, sumando sus reiteradas paradas para que los choferes coman sus platos de arroz, de sopa con fideos, y se fumen su puchito.
Las rutas están
bastante bien y los caminos fueron muy verdes, por momentos con el mar de lado, también montañas y pueblos perdidos en el medio de la ruta. Fue largo y tedioso, pero tener internet en el bus ayuda además de que viajaban algunos españoles con los que charlamos un buen rato.
Ho chi Minh fue
nuestra última parada en Vietnam y acá sí pudimos ver el mar de motos que sale
en todas las fotos de este país. Realmente son
muchísimas, en todas las calles y veredas, ah si! Acá también andan por
las veredas. El tránsito es un tema aparte por acá. A mi entender manejan a lo
loco, pero así y todo la Panamericana porteña le gana con creces en accidentes
viales. No hemos visto ningún accidente pero sí todo tipo de infracciones. Motos
andando en avenidas en contramano, esquivando todo lo que venga de frente. Los
semáforos, como en India, están de adorno, pasan igual tenga el color que
tenga. Y los peatones igual, por lo tanto cruzar la calle es largarse a la
aventura. En esa inmensidad de motos (es muy caro tener un auto acá asi que las
familias enteras -4, 5 y hasta 6 personas viajan en una sola moto- es una
locura. Para cruzar la calle y no “morir” en el intento tenés que caminar,
mirando a los motociclistas como para hacer un contacto visual fugaz, pero sin
frenar, ellos te esquivan. Al principio da miedo pero veníamos entrenados asi
que no fue un problema.
Mausoleo de Ho Chi Minh en Hanói |
No sufrimos un
choque cultural como nos habían advertido. Es cierto que es diferente a
Tailandia, pero supera en muchos aspectos a India, Nepal, Sri Lanka, que fue lo
más duro del viaje. Especialmente por la infraestructura que ofrecen en hoteles
gastronomía, comodidades. La relación calidad-precio es excelente y podes
alojarte en habitaciones de primer nivel, con aire acondicionado, tv por
satélite y desayuno por 12 dólares los dos. Hay más variedad de comida, no es
un problema pedir que no sea picante y todo es agradable de ver, calles
limpias, sin olores, sin vacas, sin demasiada contaminación. Ya vamos
terminando con lo más duro del viaje, y fue bueno que sea el comienzo porque lo
que queda por delante es todo realmente muy bueno. Nos vamos a Camboya sólo
unos días para después volver a Tailandia, a Bangkok y a sus playas!
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