Y el título no es al azar, sentimos que estamos realmente en un mundo paralelo. Llegamos a Japón el 29 de junio y hasta el 23 de agosto elegimos quedarnos por acá. Pasamos de no saber si podríamos venir a quedarnos por casi 2 meses! Fue un poco porque el pasaje al próximo destino estaba más barato en esas fechas, porque encontramos un lugar muuuyy económico para quedarnos 1 mes en Tokyo y claro también porque teníamos mucha curiosidad por conocer este país.
Nuestra primera parada fue en Fukuoka. Es la ciudad más cercana a la costa surcoreana, poco más de 200 km . Y como comenté tuvimos que tomar un vuelo de poco más de media hora para aterrizar en Japón. Acá seguimos con la buena racha de Couchsurfing. Y si bien nos ayudó a controlar los gastos, fueron más valiosas aún las experiencias y la gente hermosa que conocimos, esas son las cosas que uno más recuerda cuando termina un viaje.
Mientras escribo esto, estamos cerrando esta primera parte de Japón, en la que nos movimos bastante. Mañana llegamos a Tokyo y empieza una nueva, donde queremos parar, descansar, recorrer y empezar de nuevo. Estamos a casi 8 meses de haber salido de Argentina, y el cansancio se siente. Moverse con la mochila se vuelve tedioso y los templos, parques, calles, todo es más de lo mismo.. Nos da pena que nos pase eso, pero es así. Luego de Japón se viene un mes en China, y necesitamos recuperar nuestro espíritu viajero al 100%
Pero volvamos a Japón. Y las cosas para contar son millones. En Fukuoka nos alojamos en la casa de un joven japonés de 17 años, Reishiro. Un afortunado que vive en un departamento "amplio", aunque de un solo ambiente. Nos ofreció su living para dormir con unos colchones estilo japonés en el suelo. Reishiro trabaja para una compañía de remedios americana, habla perfecto inglés y está ocupado unas 16 horas del día. Sí, solo vuelve a su casa para dormir. Por lo cual su casa fue prácticamente nuestra por esos días... y bueno alguien la tiene que aprovechar! Reishiro fue muy amable con nosotros, siempre dispuesto a conversar, hacía chistes por todas las horas que trabajaba y bromeaba con cómo le contestaba su jefe cuando le decía que necesitaba unos días libres. Su respuesta era, "Por qué??". Parece que necesitar un descanso no es algo que este contemplado.. Reishiro como buen japonés era muy ordenado, su casa estaba impecable y él también: se bañaba casa vez que venía de la calle. Cada día que estuvimos ahí se baño 4 veces por día! De la ciudad les dejo algunas fotos, Fukuoka resultó ser muy tranquila. En las calles andan pocos autos y poca gente y como atractivo turístico está su torre, el puerto y las calles del centro a donde fuimos con Reishiro a comer en los puestos callejeros, llamados "Yatay".
Seguimos viaje, con próxima parada en Hiroshima donde nos quedamos en un hostel. Sólo llegar y nos encontramos con Iván, colombiano, que se quedó en el mismo hostel y se sumó con nosotros en el día de paseo. Ante el aviso de que el próximo día iba a llegar un Tifón decidimos cruzar ese mismo día a una isla famosa, ubicada frente a Hiroshima, Miyajima. Muy pintorezco, con un toori en medio del agua que queda perfecto para sacar fotos desde cualquier ángulo. Muchos ciervos por la zona y templos para darle ese toque místico. Nos gustó, fue agradable caminar por sus parques.
En cuanto a la ciudad de Hiroshima, todo gira en torno al Museo de la Bomba de Hiroshima y a las zonas aledañas con rastros aún de lo que fue la gran destrucción de la bomba nuclear arrojada por los Estados Unidos. El 6 de agosto de 1945 explotó a unos 600m de altura por sobre la ciudad una bola de fuego que destruyó la ciudad de Hiroshima. Las personas y los edificios alcanzados se desintegraron inmediatamente. Y la onda expansiva y la radiación terminaron por destrozar lo que quedaba. El lugar donde fue arrojada la bomba fue pensado estratégicamente. Lo que se ve hoy es la estructura de la Cúpula de Hiroshima o Genbaku Domu a unos pocos metros de donde explotó la bomba. Este edificio es el único que se mantiene en pie, y fue adrede que lo dejaron así como un ícono para no olvidar nunca lo que sucedió y claro que no vuelva a pasar. Todo el sector donde se aloja el Museo, en el mismo predio que la cúpula, es conocido como el Parque de la Paz. Con varios monumentos conmemorativos.
Tres días después de que explotó Hiroshima, Estados Unidos avanzó con una segunda bomba, en Nagasaki con consecuencias similares. En total con las dos bombas perecieron 225.000 personas y otras 130.000 resultaron heridas.... La ciudad cala hondo, ese parque en silencio y el edificio que pareciera estar cayendo todavía, te provocan un frío en el cuerpo..
Dejamos Hiroshima para conocer a Gisella. Ella recibe viajeros en su casa en Onomichi. Muchos la usan como punto base para ir a recorrer Hiroshima, ya que esta a unos 40 km y en tren se puede hacer muy rápido. Pero como nosotros no viajamos con el pase de los trenes se nos encarecía mucho. Así que paramos en Hiroshima y después en Onomichi, para conocer a Gisella. Ella es peruana, hija de japoneses, y vive con su esposo y sus tres hijas en Japón desde hace 17 años. 1 de sus hijas nació en Japón. Gisella maneja un restaurant de comida tradicional peruana y su marido trabaja en una fabrica donde producen pantallas de celulares. Fue hermoso conocerla, su energía maternal nos llenó de cosas lindas. Nos hizo formar parte de sus rutinas, con su gente, peruanos y brasileros se multiplicaban en el restaurant. Así que pasamos unos días diferentes, hablando mucho, conociendo sus vidas en Japón y contando también cosas de nuestro viaje. Mientras Gisella nos cocinaba cosas ricas! Anduvimos poco esos días, nos limitamos a estar en su casa o en el restaurant y aprender de lo que nos contaban sobre Japón.
Nos contaron por ejemplo como se manejan los matrimonios en Japón. Ya sabíamos que en Japón se trabaja mucho. Marcos el marido de Gisella trabajaba en horario nocturno asi que lo veíamos a veces por las mañanas y nada más. Los sueldos arrancan en 9 dólares por hora, más que nada para las mujeres que aunque hagan las mismas tareas que los hombres siempre cobran menos. Marcos por ejemplo cobraba unos 14, 15 dólares por hora. Y trabajan 12 horas por día, Hagan la cuenta. Se gana bien. Pero el costo de vida también es más caro, pero no tanto comparado con nuestro país. Tomar un colectivo, o un tren es caro, no baja de los 2 dólares el pase del subte. pero si vas al supermercado con 15 dólares podes comprar muchos productos.
Algunos platos que probamos...
Pero sigo con el cuento de los matrimonios japoneses. Cuando se casan y tienen hijos las mujeres por lo general ya no trabajan sino que cuidan del hogar. Así que el hombre cuando cobra el sueldo se lo debe dar íntegramente a su esposa, ella le da lo que llaman "propina" al marido, unos 100 dólares para que tenga para los cigarros o lo que quiera y ella será la encargada de administrar la plata del hogar. Así el hombre no tiene que preocuparse por nada. Claro que los japoneses acatan las reglas y se las arreglan con su "propina". Reglas y más reglas. Acá todo es una regla. Por las calles se ven cientos de carteles con indicaciones de qué hacer y qué no. La norma es no molestar al otro bajo ninguna circunstancia. Los semáforos son sumamente respetados. Lo bueno es que no tenés que preocuparte de mirar si vienen autos mientras que la luz te indique que podes cruzar porque el otro si o si va a frenar. Ningún auto se va a quedar ocupando la senda peatonal, y ningún peatón va a cruzar la calle si la luz no lo indica, aunque llueva, aunque no venga ningún auto siquiera allá a lo lejos. O por ejemplo si vas caminando por una calle tranquila y detrás viene un auto, que son muy silenciosos por ser muy nuevos, nunca va a tocarte bocina para que te corras, va a esperar a que vos te muevas yendo despacio atrás tuyo pero tocar bocina no, nada que vaya a molestarte..
Marcos el marido de Gisella nos contaba que en su trabajo cada 3 meses tienen que ver un video de unas 2 horas de duración en el que se les recuerda cuáles son las reglas de comportamiento en la planta. Que pueden ir desde como cumplir con las tareas a como caminar, como cortarse el pelo, como hablar con los compañeros. Y entre tantas tensiones viven los japoneses. Ni hablar de las presiones sociales de tener que estudiar, entrar a la universidad, ser profesional, exitoso. En este aspecto se asemeja mucho con Corea.
Y el costo de tantas presiones es también alto. Y acá viene un aspecto bastante oscuro de la sociedad japonesa. Principalmente los hombres se vuelven muy pervertidos, muy loquitos. Los mercados pequeños, conocidos como "Convinis (viene de convenient)" tienen un sector dedicado a las revistas, donde prevalecen las de pornografía. Muy al alcance de la mano y a la vista de todos. A la tardecita siempre vemos hombres enfrascados en sus "lecturas". Pero van más allá. Hace poco salió una nota en Infobae sobre los japoneses y la falta de relaciones sexuales con sus parejas, por el contrario prefieren relacionarse por ejemplo con muñecas inflables. Asqueroso. Acá como en Corea también atraviesan un problema poblacional, donde abundan los viejos y escasea la gente joven y sobre todo los bebes. Y en esa conducta enferma de relacionarse con muñecas entra también el exhibicionismo. Es muy común en Japón cruzarte con un hombre y que se desnude enfrente tuyo, nos dijeron. Y puedo dar fé de eso. En Kyoto mientras viajaba en colectivo desde el auto que se paro al lado un tipo me miraba y hacía lo suyo. Totalmente desagradable y muy típico también de este país..
Queda más por contar de Japón. Después de Hiroshima pasamos por Okayama, por Kobe, Osaka y Kyoto. Estas dos últimas ciudades, de lo más lindo que vimos. Lo dejo para la parte 2!
Saludos!
Nuestra primera parada fue en Fukuoka. Es la ciudad más cercana a la costa surcoreana, poco más de 200 km . Y como comenté tuvimos que tomar un vuelo de poco más de media hora para aterrizar en Japón. Acá seguimos con la buena racha de Couchsurfing. Y si bien nos ayudó a controlar los gastos, fueron más valiosas aún las experiencias y la gente hermosa que conocimos, esas son las cosas que uno más recuerda cuando termina un viaje.
Mientras escribo esto, estamos cerrando esta primera parte de Japón, en la que nos movimos bastante. Mañana llegamos a Tokyo y empieza una nueva, donde queremos parar, descansar, recorrer y empezar de nuevo. Estamos a casi 8 meses de haber salido de Argentina, y el cansancio se siente. Moverse con la mochila se vuelve tedioso y los templos, parques, calles, todo es más de lo mismo.. Nos da pena que nos pase eso, pero es así. Luego de Japón se viene un mes en China, y necesitamos recuperar nuestro espíritu viajero al 100%
Pero volvamos a Japón. Y las cosas para contar son millones. En Fukuoka nos alojamos en la casa de un joven japonés de 17 años, Reishiro. Un afortunado que vive en un departamento "amplio", aunque de un solo ambiente. Nos ofreció su living para dormir con unos colchones estilo japonés en el suelo. Reishiro trabaja para una compañía de remedios americana, habla perfecto inglés y está ocupado unas 16 horas del día. Sí, solo vuelve a su casa para dormir. Por lo cual su casa fue prácticamente nuestra por esos días... y bueno alguien la tiene que aprovechar! Reishiro fue muy amable con nosotros, siempre dispuesto a conversar, hacía chistes por todas las horas que trabajaba y bromeaba con cómo le contestaba su jefe cuando le decía que necesitaba unos días libres. Su respuesta era, "Por qué??". Parece que necesitar un descanso no es algo que este contemplado.. Reishiro como buen japonés era muy ordenado, su casa estaba impecable y él también: se bañaba casa vez que venía de la calle. Cada día que estuvimos ahí se baño 4 veces por día! De la ciudad les dejo algunas fotos, Fukuoka resultó ser muy tranquila. En las calles andan pocos autos y poca gente y como atractivo turístico está su torre, el puerto y las calles del centro a donde fuimos con Reishiro a comer en los puestos callejeros, llamados "Yatay".
Torre de Fukuoka |
Templo que nos encontramos por el camino |
Salida con Reishiro |
Reishiro probó el mate! |
Seguimos viaje, con próxima parada en Hiroshima donde nos quedamos en un hostel. Sólo llegar y nos encontramos con Iván, colombiano, que se quedó en el mismo hostel y se sumó con nosotros en el día de paseo. Ante el aviso de que el próximo día iba a llegar un Tifón decidimos cruzar ese mismo día a una isla famosa, ubicada frente a Hiroshima, Miyajima. Muy pintorezco, con un toori en medio del agua que queda perfecto para sacar fotos desde cualquier ángulo. Muchos ciervos por la zona y templos para darle ese toque místico. Nos gustó, fue agradable caminar por sus parques.
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Miyajima |
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Miyajima |
Miyajima |
En cuanto a la ciudad de Hiroshima, todo gira en torno al Museo de la Bomba de Hiroshima y a las zonas aledañas con rastros aún de lo que fue la gran destrucción de la bomba nuclear arrojada por los Estados Unidos. El 6 de agosto de 1945 explotó a unos 600m de altura por sobre la ciudad una bola de fuego que destruyó la ciudad de Hiroshima. Las personas y los edificios alcanzados se desintegraron inmediatamente. Y la onda expansiva y la radiación terminaron por destrozar lo que quedaba. El lugar donde fue arrojada la bomba fue pensado estratégicamente. Lo que se ve hoy es la estructura de la Cúpula de Hiroshima o Genbaku Domu a unos pocos metros de donde explotó la bomba. Este edificio es el único que se mantiene en pie, y fue adrede que lo dejaron así como un ícono para no olvidar nunca lo que sucedió y claro que no vuelva a pasar. Todo el sector donde se aloja el Museo, en el mismo predio que la cúpula, es conocido como el Parque de la Paz. Con varios monumentos conmemorativos.
Tres días después de que explotó Hiroshima, Estados Unidos avanzó con una segunda bomba, en Nagasaki con consecuencias similares. En total con las dos bombas perecieron 225.000 personas y otras 130.000 resultaron heridas.... La ciudad cala hondo, ese parque en silencio y el edificio que pareciera estar cayendo todavía, te provocan un frío en el cuerpo..
El lugar donde explotó la bomba de Hiroshima |
Hiroshima |
Castillo de Hiroshima |
Dejamos Hiroshima para conocer a Gisella. Ella recibe viajeros en su casa en Onomichi. Muchos la usan como punto base para ir a recorrer Hiroshima, ya que esta a unos 40 km y en tren se puede hacer muy rápido. Pero como nosotros no viajamos con el pase de los trenes se nos encarecía mucho. Así que paramos en Hiroshima y después en Onomichi, para conocer a Gisella. Ella es peruana, hija de japoneses, y vive con su esposo y sus tres hijas en Japón desde hace 17 años. 1 de sus hijas nació en Japón. Gisella maneja un restaurant de comida tradicional peruana y su marido trabaja en una fabrica donde producen pantallas de celulares. Fue hermoso conocerla, su energía maternal nos llenó de cosas lindas. Nos hizo formar parte de sus rutinas, con su gente, peruanos y brasileros se multiplicaban en el restaurant. Así que pasamos unos días diferentes, hablando mucho, conociendo sus vidas en Japón y contando también cosas de nuestro viaje. Mientras Gisella nos cocinaba cosas ricas! Anduvimos poco esos días, nos limitamos a estar en su casa o en el restaurant y aprender de lo que nos contaban sobre Japón.
Nos contaron por ejemplo como se manejan los matrimonios en Japón. Ya sabíamos que en Japón se trabaja mucho. Marcos el marido de Gisella trabajaba en horario nocturno asi que lo veíamos a veces por las mañanas y nada más. Los sueldos arrancan en 9 dólares por hora, más que nada para las mujeres que aunque hagan las mismas tareas que los hombres siempre cobran menos. Marcos por ejemplo cobraba unos 14, 15 dólares por hora. Y trabajan 12 horas por día, Hagan la cuenta. Se gana bien. Pero el costo de vida también es más caro, pero no tanto comparado con nuestro país. Tomar un colectivo, o un tren es caro, no baja de los 2 dólares el pase del subte. pero si vas al supermercado con 15 dólares podes comprar muchos productos.
Algunos platos que probamos...
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Ramen en Fukuoka |
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Okonomiyaki en Hiroshima |
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Empanadas en el restaurant de Gisella |
Con Gisella después de una panzada de Sushi |
Pero sigo con el cuento de los matrimonios japoneses. Cuando se casan y tienen hijos las mujeres por lo general ya no trabajan sino que cuidan del hogar. Así que el hombre cuando cobra el sueldo se lo debe dar íntegramente a su esposa, ella le da lo que llaman "propina" al marido, unos 100 dólares para que tenga para los cigarros o lo que quiera y ella será la encargada de administrar la plata del hogar. Así el hombre no tiene que preocuparse por nada. Claro que los japoneses acatan las reglas y se las arreglan con su "propina". Reglas y más reglas. Acá todo es una regla. Por las calles se ven cientos de carteles con indicaciones de qué hacer y qué no. La norma es no molestar al otro bajo ninguna circunstancia. Los semáforos son sumamente respetados. Lo bueno es que no tenés que preocuparte de mirar si vienen autos mientras que la luz te indique que podes cruzar porque el otro si o si va a frenar. Ningún auto se va a quedar ocupando la senda peatonal, y ningún peatón va a cruzar la calle si la luz no lo indica, aunque llueva, aunque no venga ningún auto siquiera allá a lo lejos. O por ejemplo si vas caminando por una calle tranquila y detrás viene un auto, que son muy silenciosos por ser muy nuevos, nunca va a tocarte bocina para que te corras, va a esperar a que vos te muevas yendo despacio atrás tuyo pero tocar bocina no, nada que vaya a molestarte..
No tocar a las geishas, no apoyarse en la baranda, no comer, no fumar, no ensuciar, no sacar selfis. Y cuidado con los que caminan sin mirar para arriba!! |
Marcos el marido de Gisella nos contaba que en su trabajo cada 3 meses tienen que ver un video de unas 2 horas de duración en el que se les recuerda cuáles son las reglas de comportamiento en la planta. Que pueden ir desde como cumplir con las tareas a como caminar, como cortarse el pelo, como hablar con los compañeros. Y entre tantas tensiones viven los japoneses. Ni hablar de las presiones sociales de tener que estudiar, entrar a la universidad, ser profesional, exitoso. En este aspecto se asemeja mucho con Corea.
Y el costo de tantas presiones es también alto. Y acá viene un aspecto bastante oscuro de la sociedad japonesa. Principalmente los hombres se vuelven muy pervertidos, muy loquitos. Los mercados pequeños, conocidos como "Convinis (viene de convenient)" tienen un sector dedicado a las revistas, donde prevalecen las de pornografía. Muy al alcance de la mano y a la vista de todos. A la tardecita siempre vemos hombres enfrascados en sus "lecturas". Pero van más allá. Hace poco salió una nota en Infobae sobre los japoneses y la falta de relaciones sexuales con sus parejas, por el contrario prefieren relacionarse por ejemplo con muñecas inflables. Asqueroso. Acá como en Corea también atraviesan un problema poblacional, donde abundan los viejos y escasea la gente joven y sobre todo los bebes. Y en esa conducta enferma de relacionarse con muñecas entra también el exhibicionismo. Es muy común en Japón cruzarte con un hombre y que se desnude enfrente tuyo, nos dijeron. Y puedo dar fé de eso. En Kyoto mientras viajaba en colectivo desde el auto que se paro al lado un tipo me miraba y hacía lo suyo. Totalmente desagradable y muy típico también de este país..
Queda más por contar de Japón. Después de Hiroshima pasamos por Okayama, por Kobe, Osaka y Kyoto. Estas dos últimas ciudades, de lo más lindo que vimos. Lo dejo para la parte 2!
Saludos!